¡No es necesario! Nuestras rosas eternas están diseñadas de tal manera que no requieren mantenimiento.
A diferencia de las flores frescas que necesitan riego regular, poda y cuidado, nuestras rosas especialmente preservadas no exigen nada de eso. Han pasado por un proceso único que las mantiene luciendo impresionantes durante un período significativo, típicamente de 2 a 3 años, sin necesidad de riego, luz solar o poda.
De hecho, si las colocas en un ambiente fresco y seco, alejado de la luz solar directa y la humedad excesiva, podrías descubrir que pueden durar incluso más tiempo que el habitual. Así que, todo lo que tienes que hacer es encontrar el lugar perfecto para exhibirlas y disfrutar de su belleza día tras día. No hay necesidad de preocuparse por los pétalos marchitos o los colores desvanecidos. Con nuestras rosas eternas, puedes disfrutar de la elegancia de las rosas recién cortadas sin la molestia del mantenimiento constante. Es una forma conveniente de llevar el encanto de la naturaleza a tu espacio sin el alboroto habitual.